domingo, 22 de noviembre de 2009

Bailate un mambo, o varios..

Es increíble como se puede utilizar la palabra mambo , ¿no?
Ya sea para hablar del baile propiamente dicho que bueno si nos explayamos un poco podríamos decir que es un baile originario de Cuba, La Habana, el cual es una mezcla de música africana, hispanoamericana y el jazz. Es un tanto viejo, nació en los años 30 aproximadamente.
Pero también se lo puede utilizar para hablar de los problemas de las personas, de las locuras de las personas, las inseguridades, es decir, se lo estaría aplicando en un sentido más sentimental.
Cada uno tiene sus mambos, los puede llamar como uno quiera.
Yo llamo a los problemas o mis locuras: mambos. Me suena más divertido, menos agresivo tal vez.
A veces se nos hace tan difícil lidiar con los nuestros que los de los demás es mejor ni conocerlos.
Otras veces los que no tenés terminás generándolos o adquiriéndolos de otras personas.
Se podría decir que los atraés, los llamás, o ellos te buscan.
Entonces, en este sentido las dos deficiones que dí antes se pueden acompañar.
Me refiero a que quizás nos busquen para que nosotros los bailemos, lo vivamos como aquellos bailarines de mambo, o sino nosotros inconcientemente los buscamos.
También se suma más gente de manera tal que formamos un grupo de baile.
Y bueno, ahi ya está, la única que nos queda es ver cuándo paramos un poco de bailar, salimos de esa pista y vamos a otra que no haya tanto mambo dando vuelta.
Che es muy difícil, una vez que estás en el baile o no querés parar o no podés salir.
Lo que pasa es que es un poco acelerado viste, poque es como que bailás constantemente. Tenés alguna que otra pausa pero otra vez empieza la música y no te queda otra.
Consejo: en esas pausas, rajá, porque a penas empiece la música de vuelta te va a ser difícil detenerte.
Yo que vos me voy, y en vez de mambo me bailo otra cosa.
Tengo mis mambos, sí, pero a veces se me dá por bailar reggaeton.

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